Aproximadamente 8 de cada 10 personas con DCA tienen secuelas motoras o relacionadas con el movimiento, las cuales les incapacitan parcial o totalmente para realizar determinadas actividades funcionales tan cotidianas como: caminar, coger un objeto determinado de encima de la mesa, o escribir su nombre en un papel. Estas tareas, que para la mayoría de la gente pasan tan desapercibidas por lo cotidiano de la acción, se convierten en el caballo de batalla de un paciente con hemiparesia o ataxia.
Este déficit de tono, movimiento y función puede llegar a convertirse, en ocasiones, en una obsesión por parte de la persona afectada por DCA, llegando a olvidarse por completo del resto de funciones cognitivas, emocionales y/o sociales, centrando todos sus esfuerzos en lograr una mejor movilidad. La experiencia nos dice que esa obsesión merma la calidad del aprendizaje motor, ya que la estimulación global del SNC (Sistema Nervioso Central) hace que mejoren las conexiones neuronales y la neuroplasticidad se haga más patente en el cerebro del paciente. Este artículo busca explicar de una forma sencilla y práctica, cómo se produce el aprendizaje motor dentro del cerebro de una persona con DCA.
¿Qué es el aprendizaje motor?
El aprendizaje motor es un proceso interno mediante el cual se altera/cambia o desarrolla/mejora el comportamiento motriz del ser humano, involucrando al SNC, a través de la rehabilitación y la experiencia del propio individuo, y estableciendo cambios relativamente permanentes en el tiempo. Quizás una buena forma de explicar el funcionamiento de este proceso a nivel central, sea la de imaginar que la tarea se divide en 3 apartados: PERCEPCIÓN, COGNICIÓN y ACCIÓN.
Un primer apartado que denominamos percepción donde: 1º. Sentimos o tenemos conciencia del estímulo externo, llegando la información al tálamo que la distribuye hacia los diferentes sistemas. 2º Percibimos, integrando el estímulo en la corteza sensorial junto con los demás elementos del esquema corporal. Y 3º Interpretamos, procesando esta información en los lóbulos parietales, temporales y occipitales.
En el segundo apartado, la cognición, se producen dos aspectos importantes: 4º Conceptualizamos dentro del córtex prefrontal, reconociendo cualidades o graduación de los estímulos y creando la praxia del movimiento. Y 5º planificamos, creando un conjunto de movimiento en zonas como el córtex motor suplementario, núcleos basales y cerebelo.
Por último, llega el apartado de la acción, en la que por error tiende a centrarse la mayoría de la gente, olvidando que sin los dos apartados anteriores ésta última no sería posible. Dentro de la misma encontramos: 6º Activamos el plan de acción a través de la corteza motora y el cerebelo. Y finalmente 7º Ejecutamos el movimiento, gracias a la labor de las motoneuronas, músculos y articulaciones del cuerpo.
Es importante comprender la importancia de estos 3 apartados dentro del aprendizaje motor, ya que si no llevamos a cabo los 7 pasos expuestos anteriormente fallaremos en la realización de cualquier movimiento. Esto explica porque pacientes con importantes déficits tanto a nivel perceptivo como a nivel cognitivo, tengan una mayor dificultad para cambiar o mejorar un movimiento cualquiera. O por qué pacientes con una muy buena cognición no consiguen realizar una actividad porque no son capaces de activar correctamente motoneuronas de su corteza motora o cerebelo.
¿Por qué el aprendizaje es diferente en cada persona?
Lo primero que debemos tener en cuenta, es que el aprendizaje está supeditado a determinados factores, los cuales son muy variables en cada persona con afectación neurológica. Aspectos como el tiempo de evolución de la lesión, la localización de la lesión, la edad del paciente, el premórbido, la motivación o el entorno familiar son puntales importantes a la hora de que el aprendizaje sea más o menos satisfactorio
No podemos hablar con certeza de mayor peso en el aprendizaje de un factor frente a otro, no obstante la experiencia nos dice que el tiempo de evolución de la lesión y la motivación quizás sean los factores más importantes dentro de los anteriormente mencionados.
En cada persona predominan unos factores u otros, que hacen posible realizar el aprendizaje motor ya sea con mayor o menor calidad.
¿Cuál es la importancia de la neuroplasticidad?
La neuroplasticidad juega un papel fundamental en la capacidad de aprendizaje de cada persona, ya que el SNC tiene la capacidad de adaptarse ante una lesión para seguir manteniendo parcial o totalmente las funciones. Eso hace que haya cambios a nivel celular, pasando una neurona a realizar alguna actividad específica que antes no realizaba, o a sustituir la actividad de otra.
No debemos imaginarnos una corteza dónde cada área de la misma se encargue de un grupo muscular o una articulación, sino más bien visualizar cada área como un conjunto de neuronas que representan diferentes articulaciones y/o grupos musculares, que interactúan entre sí, existiendo por ejemplo en una misma área neuronas que se encargan de la extensión del dedo gordo del pie con neuronas encargadas de mantener el tono postural del abdomen. Que la mayoría de los pacientes con la corteza motora dañada tengan muy poca movilidad en la mano afectada, se puede explicar en base a lo expuesto anteriormente, ya que la mano se encuentra representada en la mayor parte de las áreas de la corteza motora, y por tanto una lesión en esa zona siempre dará como consecuencia alteraciones en el movimiento de la mano.
El objetivo de la rehabilitación es estimular esta neuroplasticidad para crear nuevas sinapsis a nivel central que logren un correcto aprendizaje motor para que el paciente pueda realizar movimientos que antes no lograba.
¿Cómo conseguir un buen aprendizaje?
Debemos concebir el SNC como un centro que engloba múltiples sistemas (corteza, tálamo, cerebelo, sistema límbico…etc.) que procesan la información paralelamente sin ser ninguno superior a otro, y que además se autoorganiza en función de los recursos que tiene y las necesidades de la tarea que se le plantea.
Para acceder a los circuitos cerebrales y moldear el patrón de movimiento del paciente debemos utilizar lo que se conoce como Input aferente, el cual se centra en el primer paso dentro del aprendizaje, que es el paso de sentir y/o percibir un estímulo, para progresivamente ir pasando hasta los pasos siguientes hasta lograr ejecutar el movimiento. De esta forma los terapeutas, utilizan la información táctil y propioceptiva para proporcionarle al paciente este Input aferente que inicie todo el proceso de aprendizaje motor.
A pesar de realizar todo lo anterior correctamente, sino realizamos una buena experiencia y una repetición de la actividad diaria no lograremos afianzar las conexiones neuronales que se han producido a nivel central. Por ello debemos de convencer tanto al paciente como a su entorno familiar de la importancia del manejo durante las 24 h. del día, para conseguir mantener lo aprendido durante la terapia.
Juan José Aguilar Peral
Fisioterapeuta Neurorehabilitación ADACCA